Uno
de los más importantes conjuntos fortificados de la Navarra medieval es el
denominado cerco de Artajona. Fue Hugo de Conques quien inició las obras en el
año 1085, y para el año 1109 ya estaban terminadas. Dentro del recinto también
formaban parte de la defensa la propia iglesia de San Saturnino, declarada
monumento histórico-artístico, con su torre y el llamado castillo del Rey.
En su construcción de la fortaleza participaron canteros franceses, de ahí su
influencia francesa y semejanza a otras fortificaciones francesas de la época.
Las diferentes luchas que tuvo que soportar esta fortaleza a lo largo de
los siglos hicieron necesario la ejecución de ciertas reparaciones, como en
tiempos de Carlos II el Malo, por el año 1381. En el año 1516 fue parcialmente
derribada. Aun con todo la estructura fortificada que actualmente presenta el
conjunto, parece pertenecer al siglo XIII contemporánea de la empresa
constructiva de la iglesia, aunque muy reconstruida en la restauración llevada
a cabo por la Institución Príncipe de Viana en fechas recientes.
De las aproximadamente catorce torres que debió tener la muralla originalmente sólo quedan nueve en pie, además de los cimientos de otras tres.
Existe en el pueblo dólmenes que nos muestran la
existencia de primitivos poblados con una cultura megalítica.
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